viernes, 11 de diciembre de 2015

TP 3 Cambiando el Paradigma de la Educación

La nueva educación
Las condiciones básicas que parecen importantes frente al futuro: conocimiento y valores, se distribuyen desde el sistema educativo, desde las escuelas.
Es así que “la profundidad del proceso de cambio social que tiene lugar actualmente nos obliga a reformular las preguntas básicas sobre los fines de la educación, sobre quiénes asumen la responsabilidad de formar a las nuevas generaciones y sobre qué legado cultural, qué valores, qué concepción del hombre y de la sociedad deseamos transmitir” (Tedesco, 1995).

Esto es lo que hace hoy a la escuela democrática. Una escuela que ponga al alcance de todos los habitantes del país, sin distinción de riqueza, raza o religión, el conocimiento y los valores necesarios para participar en una sociedad competitiva y solidaria.
La educación hace hoy la diferencia porque su doble función apoya los dos requerimientos importantes de la futura sociedad: el conocimiento resguarda la competitividad; la equidad resguarda la integración.
Más educación significa por ello mayor competitividad y mayor integración social.

En el caso de la educación quizás el fracaso se deba a que las respuestas tienden a sostener una mirada retrospectiva más que a inventar una propuesta prospectiva. Y esto es grave ya que a pesar de que estas respuestas prospectivas existen en otras áreas, en la educación parece que se prefiriera una respuesta que se acerca a más de lo mismo. Nos limitamos a expandir y replicar el modelo clásico de la escuela del siglo pasado (más bien del siglo ante-pasado, del siglo XVIII, que a esta altura, ya casi es del siglo ante-ante-pasado!), modernizándolo con materiales didácticos y, sobre todo, incluyendo la mayor cantidad de computadoras posible.
Se requiere un nuevo paradigma educativo que pueda acompañar los nuevos paradigmas que surgen en las demás áreas de la sociedad. Otro paradigma que, superando las restricciones del actual, sea capaz tanto de saldar las deudas del pasado cuanto de dar respuestas más adecuadas a las necesidades del futuro.

Lo que se ha hecho habitualmente, y se está haciendo, es tratar de llevar a su máximo rendimiento el modelo de educación conocido en occidente a partir de los comienzos de la era moderna, sin tratar de encontrar una propuesta superadora.
Por esto las estrategias que se llevan a cabo no están siendo suficientes para dar respuestas diferentes para una sociedad que se perfila como diferente, ya que apuestan a mejorar este sistema educativo, nacido de las necesidades de la revolución francesa y de la revolución industrial, hoy superadas.
Es necesario situarse fuera de esta óptica, para plantearse un nuevo sistema educativo. Es necesario un cambio de paradigma.



Fuentes:


BUCKINGHAM, D. (2008), M ás allá de la tecnología. Aprendizaje infantil en la era
de la cultura digital. Manantial, Barcelona. Capítulos 6 y 8.
DUSSEL,I. y QUEVEDO, E. (2011), A prender y enseñar en la cultura digital,
Buenos Aires, Editorial Santillana. Buenos Aires.
MAGGIO,M. (2012), C reaciones, experiencias y horizontes inspiradores. La trama
de Conectar Igualdad , Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación.
(Disponible online: http://bibliotecadigital.educ.ar/articles/read/273 ). Capítulo 2.
MANSO,M.; PEREZ, P.; LIBEDINSKY, M.; LIGHT, D.; GARZÓN, M. (2011), L as
TIC en las aulas. Experiencias latinoamericanas , Buenos Aires, Paidós. Capítulo 2, 3 y 4.
MARTIN, E., (2008), “El impacto de las TIC en el aprendizaje?” en L as TIC: del aula
a la agenda política , Buenos Aires, IIPEUNESCO UNICEF.
GARCIA BARRERA, A. (2013), El aula inversa: cambiando las respuestas a las
necesidades de los estudiantes en Avances en Supervición Educativa, Nro 19, España.
G ARCIA ARIETO, L. (2015), “MOOC: ¿Tsunami, revolución o moda pasajera” en Ried,
vol. 18:1, pág. 921.


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